El elevador magnético de imán permanente es completamente autónomo, no tiene mantenimiento y está exento de toda fuente de alimentación y del problema que eso supone.
Su práctico y eficaz diseño permite manejar todo tipo de piezas tanto de superficie plana como curva, disminuyendo notablemente el tiempo empleado a diario en el amarre o estrobado de las piezas y precisando los servicios de una sola persona.
Es capaz de resolver satisfactoriamente las necesidades de manejo de materiales férricos, con un costo muy bajo, sin ningún gasto de instalación, libre de todo mantenimiento, con un peso realmente reducido y capaz de trabajar en cualquier tipo de grúa ya que es un imán autónomo que no necesita estar conectado a ninguna fuente de energía eléctrica.